No a la Destruccion de las áreas verdes en la ciudad

Azoteas Verdes, Una Opción Rentable 

http://www.circuloverde.com.mx/es/cont/materiales/Azoteas_Verdes_una_opci_n_RENTABLE.shtml

Los beneficios ambientales están estrechamente relacionados con los beneficios económicos.
•Ahorro en el mantenimiento del inmueble y ahorro de energía (reducción del uso de aire acondicionado hasta en un 40%).
•Mayor calidad de la edificación y en su estética.
•Aumenta el valor del inmueble entre un 15 y un 20%.

En la actualidad el desarrollo urbano vertical crece a paso acelerado, poco a poco se van quedando atrás las construcciones con grandes jardines y los edificios van ganando terreno a las áreas verdes. Las azoteas y muros verdes se han convertido en una alternativa real para contrarrestar este efecto. Son una solución que presenta grandes beneficios económicos, ambientales y de salud.

La tendencia internacional en la construcción se inclina a los llamados edificios verdes. En México, Econstrucción, empresa constructora sustentable mexicana, provee servicios de diseño, instalación y mantenimiento de azoteas y muros verdes. La vegetación propuesta se adapta al clima del lugar específico de la instalación con el propósito de reducir al mínimo las necesidades de mantenimiento.

El sector de la construcción consume grandes cantidades de energía tanto en la ejecución de la obra, como en su uso cotidiano una vez habitada. Según el Consejo Mexicano de Edificación Sustentable, los edificios representan el 65% del consumo total de energía, emiten el 30% de gases de efecto invernadero y consumen el 35% del agua. A través de un proceso de construcción sustentable, Econstrucción pretende aumentar la eficiencia en el uso, transporte, limpieza y reciclaje de los desperdicios de la obra, así como en el uso de recursos no renovables como el agua, la luz y el gas. Busca además mejorar el impacto durante el ciclo de vida de sus inmuebles sobre la salud humana y el entorno mediante el cuidadoso estudio del emplazamiento, diseño, construcción, operación y mantenimiento de la obra.

Una azotea verde reduce considerablemente el efecto “isla térmica” que es un fenómeno climático ocasionado por el calor que emiten los vehículos, los procesos industriales y los rayos solares al reflejarse en el asfalto, en el concreto y en las azoteas impermeabilizadas de las áreas urbanas, lo que ayuda a disminuir la temperatura ambiente.

También protege a la loza y al impermeabilizante del calor y de los rayos ultravioleta. En un día soleado de verano promedio, la temperatura de una azotea común puede llegar a oscilar entre los 25 y los 50 grados centígrados. Una azotea verde, dependiendo de su estructura, puede reducir los cambios de temperatura en la loza hasta en un 100%. Esto trae grandes ahorros en el uso del aire acondicionado, diminuyendo hasta un 40%.

Los beneficios económicos de una azotea verde se muestran en el incremento de entre un 15 y un 20% en el valor del inmueble. Garantiza una vida más larga a la estructura del edificio; reduce los costos de energía; capta agua pluvial que puede ser reutilizada para riego; garantiza la impermeabilización hasta por 30 años y aumenta la tasa de retención de los inquilinos gracias al aumento en confort. Adicionalmente, la instalación de una azotea verde puede traer beneficios fiscales por medio de un descuento en el impuesto predial.

NUESTRAS EFÍMERAS ÁREAS VERDES http://www.cap.org.pe/noticias.php?id=MTU2
Arq. Jorge Burga Bartra 

Un diario local informó hace unos días  cómo se distribuían las áreas verdes en los distritos de Lima. Y entre los distritos mejor dotados de estas áreas  figuran  Surco 24 m2 por habitante, San Isidro 12.5 m2 y San Miguel 5 m2 . En los dos primeros casos, supera el promedio de 8 m2 por habitante recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Pero,  curiosamente, en esos tres distritos se construye en forma acelerada la mitad de lo que se edifica en toda la Capital del Perú. En conjunto llega a 66%, y buena parte son edificios de vivienda (*). Esto no es extraño. Los constructores y vendedores de vivienda saben que la preferencia del público demandante de departamentos, se orienta más a los distritos con grandes parques y avenidas arboladas. 

Podemos apreciar que el proceso de densificación es consecuencia de los cambios de uso del suelo, produciéndose una reconversión urbana, pero sólo del uso inmediato de vivienda y de los servicios, mas no es acompañado de  un rediseño de los equipamientos, la vialidad y las áreas libres.

Hagámonos sólo dos preguntas: ¿Qué pasará con las áreas verdes cuando esas calles amplias y parques, que sostenían originalmente densidades de 50 a 100 habitantes por hectárea, con residencias unifamiliares de uno o dos pisos, se edifiquen intensivamente con edificios de 15 pisos, saturando el territorio y quintuplicando su densidad? ¿Permanecerán los 24 m2 de áreas verdes por habitante en Surco,  los 12.5 m2 en San Isidro, y los 5 m2 en San Miguel?

Supongamos que debido a ese proceso de densificación la población en estos distritos se triplica en un plazo estimado de una o dos décadas. Surco estaría raspando los 8 m2 de verde por habitante, San Isidro estaría en 4 m2 y San Miguel en menos de 1 m2. Es decir, se llegaría a la misma área que  actualmente tiene Villa María del Triunfo por cada habitante. 

Estaríamos ante una contradictoria realidad. Los moradores de San Isidro y San Miguel,  que ahora se aprestan a explotar sus áreas de la Costa Verde, estarían acabando con su último recurso para poder ampliar los espacios públicos, como parques, jardines y bosques.

No cabe duda que la falta de un enfoque integral en este proceso de densificación, generará déficits,  de áreas verdes, de equipamientos y vías, congestionando los existentes y de los distritos vecinos. Basta imaginar esas avenidas, cuando tengan que recibir cinco veces más automóviles a las horas punta, cuando sus habitantes salen o llegan a sus departamentos.

La vida será mucho más complicada, cuando un padre de familia tiene  que llevar a sus  niños al colegio o a las clínicas, ubicadas en distritos alejados, porque los servicios del distrito  no son suficientes  para la creciente demanda de los residentes.

El proceso de densificación implica previsión, en la perspectiva que la nueva población deberá alcanzar un equilibrio en todos estos aspectos urbanos. Esto implica un rediseño urbano de las zonas que cambiarán su uso y del contexto distrital y metropolitano. 

Una recomendación final.  Cuando veamos un aviso de nuevos edificios ubicados “en las mejores áreas verdes de Lima”, debemos sopesar que esas mismas construcciones darán lugar a la pronta desaparición.de esos espacios tan preciados.

He sido y sigo siendo un impulsor de la densificación, pero condicionada a  preservar el área verde de los valles de Lima. Me permito  alertar que cuando ese proceso se realiza sin las debida prevención, se altera el  buen sentido y orientación del proceso urbano.

(*) Según la Regional de Lima del Colegio de Arquitectos, a partir de datos estadísticos de licencias de construcción solicitadas, publicados en su revista.